analisis.pdf | |
File Size: | 1233 kb |
File Type: |
México produjo cuatro mil 778 toneladas de plata durante 2011, con lo cual se colocó como el mayor productor mundial de este metal precioso, seguido por Perú y China, según datos contenidos en el informe anual 2012 de la Cámara Minera de México (Camimex).
La minería mexicana, que contribuye con el 4.9% del PIB, ha permitido la captación de 16,717 millones de dólares en esta administración.
Esa cifra es 224% superior a los 5,159 millones de dólares obtenidos en el gobierno anterior, dijo Bruno Ferrari, quien encabeza la delegación mexicana en la Feria Internacional Minera PDAC 2012, que congrega en esta ciudad a 28,000 empresarios de 120 países.
México tiene 27,000 concesiones mineras vigentes, que representan 15.7% del territorio nacional.
Zacatecas registró la mayor producción de plata en el país, con un 45.3 por ciento de la aportación nacional, por encima de Chihuahua, que produjo el 24.4 por ciento, y Durango, con 11.4 por ciento.
La importancia de la producción de estos minerales se remonta al año 1535; en aquellas fechas el imperio español centró su atención en las zonas continentales americanas (actuales México y Perú) ricas en oro y plata, después de que casi se extinguieran estos minerales en Cuba.
La minería mexicana, que contribuye con el 4.9% del PIB, ha permitido la captación de 16,717 millones de dólares en esta administración.
Esa cifra es 224% superior a los 5,159 millones de dólares obtenidos en el gobierno anterior, dijo Bruno Ferrari, quien encabeza la delegación mexicana en la Feria Internacional Minera PDAC 2012, que congrega en esta ciudad a 28,000 empresarios de 120 países.
México tiene 27,000 concesiones mineras vigentes, que representan 15.7% del territorio nacional.
Zacatecas registró la mayor producción de plata en el país, con un 45.3 por ciento de la aportación nacional, por encima de Chihuahua, que produjo el 24.4 por ciento, y Durango, con 11.4 por ciento.
La importancia de la producción de estos minerales se remonta al año 1535; en aquellas fechas el imperio español centró su atención en las zonas continentales americanas (actuales México y Perú) ricas en oro y plata, después de que casi se extinguieran estos minerales en Cuba.